- Anda, despierta, un nuevo día comienza.
- No.. Hoy dormiré. Mantas de desazón invocan mi presencia en mi refugio. Mañana… amigo, mañana. Prometo saludar a ese mundo que observo por la ventana.
Anda, ven conmigo. Amiga, estamos vivos.
Respira. Absorve cada aliento de vida.
Que sí, sol urbano te dice “espabila”.
Que sí, amiga, desayunemos amaneceres.
Este día de febrero te pertenece.
Dame la mano,
cualquier ciudad nos espera.
-Espera… mañana de verdad.
Mírame, que estamos vivos.
Te cuento, Pasado me dejó de hablar, pero en medio de un viaje
conocí a Futuro.
Y …
Confieso: a veces Presente me cuenta que si a veces el cambio es urgente,
para aceptarse uno debe ser también paciente.
Te miento, si digo que nunca tengo miedo.
Pero..
dame la mano, juntos le ignoraremos.
Atravesemos la Gran Vía,
nademos en un mar de optimismo en cualquier bahía,
escapémonos a las nubes,
la estratosfera nos espera.
Recuerda,
la flasheada París siempre nos quedará.
Mon coeur, las gárgolas duermen esta noche.
Prometo que tu angustia desaparecerá.
Corre en este bosque escarchado, saluda a las mariposas,
aleteando hacia la libertad.
-No sé… ¿Y luego?
Caminaremos bajo las luces de neón
de Nueva York.
Click.
Tus ojos iluminados me chivarán que olvidaste el dolor.
Toma, tu dosis de vida.
¿Cómo? Como, comes, come.
Escucha. Show must go on.
Lee. Historias y personajes suplican “No abandones, no…”.
Sobre todo, vive.
Siente la lluvia londinesa en tu rostro, empápate de ilusiones.
Shhh, ¿Por qué tanto sufrimiento?
Susúrrame argumentos.
Sí, dime, ajá. ¿Lo ves? Perdona.
Tantos convencionalismos provocan que hoy estés sorda.
Hoy. Hoy. Hoy.
Si sonríes, te descambiarán tristeza y apatía.
Si no, robaremos ilusiones.
Ven conmigo.
- Vale, voy contigo.
Escapo por la puerta de emergencia.
Me copio de tu opción B.
Cambiemos de cielo, de compañeros,
olvidemos hasta nuestro nombre.
Que es verdad, que hoy comienza cualquier día de febrero.
Que es verdad, que mírate, estamos vivos.
Ash The Ant
